por Jorge Luis Mari Becerra
1 de Junio del 2010
Quien fuera El para tenerte
entre mis brazos mujer divina;
tocar tus senos, besar tu frente
y propulsarnos a la lascivia.
Cuanto yo diera por conocerte
y explorar completa tu simetría
tomar tus manos y tener la suerte
de poder llamarte mía, mía, mía.
Cuando te observo me quedo inerte
no sé qué hacer ¡Que algarabía!
Quien fuera El para tenerte
en un momento, un solo día.
Si algo me piden por poseerte
cualquier cosa yo la daría
y si el precio fuera la muerte
me importa poco ¿No lo sabías?
Pierdo la razón, se embota mi mente,
me abruma el tedio, la melancolía.
Quien fuera El para tenerte
LAS VEINTICUATRO HORAS DEL DIA.
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