por Jorge Luis Mari Becerra
16 de Junio del 2010
No es menos cierto, que resulta impredecible cuando un hombre habituado a tener todo el control y poder absoluto en una nación, comienza a perder parte de ese control y poder debido al proceso natural de envejecimiento, deterioro de la salud o ambas.
Cuando un hombre se sitúa por encima de todos los demás, cree realmente que es un ser superior y no deja de ser cierto. No se imagina NUNCA llegar a perder ese control y poder que producto de su idiosincrasia, atracción e inteligencia les fueron conferidos. Por otra parte, NUNCA piensa en la muerte pero, si un día se pone a pensar en la realidad objetiva detenidamente y entiende que debe suceder; que todos tenemos que morirnos por una ley ineluctable de la vida, entonces se propondría dejar ALGO como recuerdo de su TALENTO y GRANDEZA para la posteridad además de su HISTORIA. Porque lo que no desearía jamás seria caer en el olvido.
Cuando llega ese día en que comienza a perder ese control y poder que tenía anteriormente; cuando ve que los demás se vuelven hacia otros en busca de consejo y dirección, quizás se pregunte ¿Cómo es posible que esto haya sucedido?
Una lección que vale la pena aprender es que todos necesitamos darnos cuenta que tarde o temprano como se suele decir, tenemos que abandonar el timón y llegado ese momento no debemos ignorar la realidad; aunque hay quienes tienen la tendencia de hacer ALGO para sostener y recuperar al menos la atracción que tenían antes, como es el caso del COMANDANTE y sus bien elaboradas y magistrales REFLEXIONES.
domingo, 4 de julio de 2010
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